Aquí os traigo una actividad sensorial, que puede servir para trabajar el grafismo, la creatividad y también conceptos más complejos cómo la densidad, la transparencia y el comportamiento de la luz a través de diferentes materias. Todo con materiales bien sencillos que podéis tener en casa, ¿empezamos?
Primero de nada necesitareis una bolsa Zip; o cualquier bolsa que se pueda cerrar «herméticamente». En su interior podéis rellenar con gel de ducha (mejor si es trasparente, que da más juego), o incluso aceite corporal hidratante… Pero si queréis aprovechar para practicar grafismos mejor gel de ducha que suele ser más espeso.
Si habéis escogido un gel transparente e incoloro, podéis usar colorantes alimentarios o colorantes en polvo; y aquí entra la parte de creatividad 🤩, también podéis añadir a la mezcla diferentes tipos de purpurina (más pequeñitas, más grandes y con formas…) incluso algunos muñequitos pequeños u otros objetos pequeños que tengáis (interesante poder añadir cosas con diferentes grados de transparencia).
¡¡¡Y ya lo tenéis!!! ¿A que es fácil? Ahora por si acaso podéis sellar la parte de la bolsa que se podría abrir con cinta adhesiva y los peques ya pueden experimentar con una nueva textura, que a su vez contiene objetos de texturas diferentes. Y realizar grafismos que vienen y van; porqué con el tiempo se desvanecen y de nuevo pueden hacer dibujitos (recomendable entonces no llenar muchísimo la bolsa, ¡claro!).
Además si la engancháis a una ventana, (o la ponéis sobre una mesa de luz), podemos trabajar sobre la transparencia, sobre cómo la luz es capaz o no de atravesar diferentes objetos, sobre que pasa cuando la luz pasa a través de un objeto que tiene un determinado color… etc.
Ya veis, es una actividad súper sencilla pero de la que se puede sacar mucho juego.
