¿Alguna vez te has encontrado con creencias del tipo: No puedo, no soy capaz, es imposible, soy tonto/a…?
Estas son creencias limitantes, se llaman así porqué nos limitan enormemente. Si creo estas cosas de mí misma, no me voy a atrever a hacer algunas cosas. Y yo misma me limito la opción de poder tener éxito en aquellas áreas.
Por ejemplo, imaginemos que yo no creo que no soy capaz de dibujar; (No puedo, no sé,… ). Obviamente no voy a apuntarme a un curso de dibujo, ya que preveo una tremenda frustración al estar invirtiendo tiempo y esfuerzo en algo que sé que no puedo hacer. De manera que elimino la opción de aprender a dibujar (quizá en el curso podría haber aprendido algo). De esta manera, yo me limito en mis aprendizajes, y en el futuro no sólo tendré mi creencia inicial, que era negativa, además tendré muchas, muchas situaciones que corroboren mi creencia inicial, y ninguna situación que la desmienta (porqué yo he eliminado la opción de desmentirla, protegiéndome así de un posible fracaso imaginario).
Esto puede pasar con muchos tipos de creencias: de identidad, de posibilidad, de merecimiento… las de identidad y merecimiento suelen ser las más poderosas y limitantes de todas.
Justamente esto es lo que le pasaba al protagonista del cuento ¡Atrévete Pececito!, que aprendió que fuera de la pecera no se podía respirar. Y aunque en un día de verano la pecera cayó al fondo de un rio, el aprendizaje de que fuera de la pecera no se podía respirar seguía ahí. Es un cuento que sirve para trabajar este tipo de creencias, así cómo la zona de confort y la indefensión aprendida; conceptos psicológicos claves para tener una vida más sana emocionalmente y más feliz.
En los próximos días iré haciendo diferentes propuestas para trabajar a nivel psicológico, estos aspectos; basándome en el cuento. Pero de momento os dejo el enlace al Verkami del cuento, para que no perdáis la opción de adquirirlo con recompensas especiales.